martes, 26 de enero de 2010

27 DE ENERO: RELEER A PRIMO LEVI




Se cumplen mañana 65 años que las tropas del Ejército Roja entraban en el campo de Auschwitz y lo “liberaban” de las garras del poder nazi. (Habría mucho que hablar, sin duda, del triste destino y del brutal trato que recibieron los prisioneros “liberados” por los comunistas rusos y los habitantes que pasaron del yugo hitleriano al yugo soviético, pero ese es otro tema.) En aquella vasta extensión donde la muerte campó a sus anchas, sin Dios y sin piedad, durante cientos de días, acumulando decenas de miles de cadáveres de hombres, mujeres y niños, los soldados rusos se encontraron a penas un puñado de enfermos moribundos o desgastados que los SS no tuvieron tiempo de asesinar, para que no quedasen testigos vivos del horror. Entre esos prisioneros que sobrevivieron estaba Primo Levi, autor de algunas de las más conmovedoras –y literariamente bellas– sobre la tragedia del pueblo judío.

Mañana se celebra el Día de la Memoria, para recordar a los seis millones de víctimas del Holocausto. Y hoy, en homenaje a Primo Levi, se inaugura en Turín, su ciudad natal, una exposición con textos inéditos y fotografías que recorren su etapa juvenil como partisano que luchó contra el fascismo. Seguramente muy pocos lectores de este blog tienen oportunidad de desplazarse a Turín para presenciar esta exposición dedicada a un hombre esencial para entender y juzgar el siglo XX, pero todos tenemos la oportunidad de aprovechar esta trágica conmemoración para volver a leer, para releer, las páginas poderosísimas de Si esto es un hombre o Los hundidos y los salvados, que son unas páginas que nos llenan de dudas y nos ayudan a ser mejores. Ayer la serie "CSI Nueva York" dedicó un magnífico capítulo a recordar el horror del Holocausto, honrando a las víctimas y mostrando su desprecio por los criminales de Hitler. El mejor homenaje que nosotros podemos rendir a esas incontables víctimas del mayor horror de la historia es volver a leer a Primo Levi, que no puede dejarnos indiferentes.

martes, 5 de enero de 2010

RECORDANDO A JUAN PASQUAU




Son muchos los mortales que quedan huérfanos a muy temprana edad, en esa edad en la que más precisan de la ayuda de su progenitor, faltándoles el apoyo, la protección, el consejo, la educación, el cariño... Faltándoles su consoladora y gratificante sombra.

Yo fui uno de los que formó parte de esa desgarradora orfandad paterna. Concretamente el 26 de septiembre de 1963.

Empero, a diferencia de aquellos que ya no encontrarían jamás la añorada presencia y figura del patriarca del hogar, del cabeza de familia, del padre querido, tuve la inmensa dicha de contar con la mano firme y extendida, con la palabra diáfana y erudita, con la sonrisa clara y amorosa, con el afecto sincero y profundo de uno de los hombres más íntegros, buenos, sencillos e inteligentes que Úbeda nos ha brindado en los anales de su historia: Juan Pasquau Guerrero. A quien, desde aquellos instantes, consideré como mi segundo padre.

Llevado de la estrecha amistad que le unía con la rama de los Castillo y de los Vico, se acordó de mi modesta y apesadumbrada persona para designarme como auxiliar suyo en la Biblioteca Pública Municipal, situada, por entonces, en el magno patio renacentista del Ayuntamiento ubetense.

Por hallarse tan ligado a mi familia, yo conocía su ejemplar trayectoria literaria de brillantísimo escritor.

Ejercía como Profesor en las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia (no le agradaba en absoluto lo de “SA.FA.” que –según su fino olfato– “huele a plástico o a abono sintético”), había colaborado, desde muy joven, con sólo dieciséis años, en los periódicos locales “La Provincia” y “Vida Nueva”. Después fueron numerosísimos sus artículos en “Jaén”, “Patria” e “Ideal” de Granada, “Madrid”, “Blanco y Negro” y “ABC”, donde fue considerado, en este último, como uno de sus mejores articulistas. Fue premiado en la VI y VII Fiesta de la Poesía local, por sus trabajos “Comentario a San Juan de la Cruz” y “Úbeda monumental y turística”. Asimismo fue galardonado en diversas localidades de la provincia, recibiendo el preciado y delicado “Olivo de Oro”. Ostentaba el cargo de Concejal y el de Archivero-Bibliotecario de nuestras Casas Consistoriales, Consejero del Instituto de Estudios Giennenses. En el año 1950 fue fundador y director, durante dieciocho años, de la enjundiosa, pulcra, elegante y prestigiosa revista “VBEDA”. En ella nos deleitábamos con sus excelentes trabajos que firmaba con “Juan Pasquau”, las iniciales “J.P.”, “P” y los seudónimos de “Anselmo de Esponera” y “Miguel H. Uribe”. Pregona, en 1958, nuestra Semana Santa y, en dicho año, sale a la luz su obra cumbre “Biografía de Úbeda”, la más importante de cuantas se han publicado sobre nuestra prócer ciudad, toda vez que, además del rigor en el dato y en la fecha, se encuentra adobada de una prosa filosófica, nostálgica, costumbrista, castiza, popular y chispeante que hacen las delicias del lector por su incomparable amenidad. Uno de sus primeros ejemplares pasó a poder de mis padres, con una dedicatoria que nunca olvidaré. Con anterioridad había publicado “Polvo iluminado” (1949) y, posteriormente, “El espíritu de la escuela” (1962).

(CONTINUARÁ...)

ANTONIO DEL CASTILLO VICO

lunes, 4 de enero de 2010

CINCUENTA AÑOS SIN CAMUS




Se cumplen hoy cincuenta años de la muerte en accidente de tráfico de uno de los hombres más grandes del siglo XX. Se trata de Albert Camus, fallecido el 4 de enero de 1960, en plena madurez personal y creativa.

Camus es un escritor íntegro, creador de un universo y una visión completamente personal e independiente que no renuncia a las contradicciones y las angustias para meter el dedo en la llaga del desarraigo del ser humano, tanto más absurdo cuando más poseído vive por las realidades de un mundo en el que todo es posible. Camus fue –es, sigue siendo– un escritor valiente y necesario, capaz de decir cosas que muy pocos se atrevieron a decir, capaz de someter a juicio sus propios prejuicios para intentar acercarse al mundo y verlo tal y como es y no como quieren hacérnoslo ver las ideologías. Y Camus es un hombre de inmensa dignidad, que no se avergonzó de su pasado humilde, de su pobreza, un hombre comprometido, solidario, que desde su soledad de exiliado del siglo vivió y sintió la ternura por los que nada tienen, por los desposeídos, por las víctimas de la historia.

Camus es, en definitiva, un escritor plenamente vigente al que siempre hay que volver y al que se le quiere rendir homenaje de admiración y respeto de este blog de la Biblioteca de Úbeda, porque sabemos que en muy pocos escritores el ser humano está tan dolorosamente vivo como en Albert Camus.

viernes, 1 de enero de 2010

FELIZ 2010



Habrá que prepararse para comenzar el nuevo año con talante sereno. A recorrerlo de manera que una impaciencia no ciegue la visión, no nos haga perder el norte. A ver y cosechar la mirada de cada instante, dejando para el instante siguiente la mirada siguiente. Se ve mejor el paisaje cuando se camina a pie. El tiempo también; también se ve mejor el tiempo cuando, poco a poco, lo transitamos mientras nos transita. Porque es eso: suelo móvil para nuestro movimiento. Y en acertar este juego de movimientos –el tiempo y cada uno– nos va la vida.

JUAN PASQUAU